“Aunque nadie conozca”
“Aunque nadie conozca”
No se pudo cargar la disponibilidad de retiro
Kimono de mikado de seda en color rosa pálido. Blusa interior con cuello de kimono, realizada en crepe de seda (acabado mate). Vestido interior de bambula de algodón (acabados a mano).
AUNQUE NADIE CONOZCA:
"Había un hombre y una mujer que se amaban profundamente, pero algo debió de pasar entre ellos, sin duda una nadería, que hizo que la dama se sintiera insatisfecha y resolviera irse, dejando este poema en un objeto de la casa:
Cuando me vaya dirán las malas lenguas que soy mujer ligera, aunque nadie conozca lo que hubo entre nosotros.
Al leer estos versos, el hombre quedó pasmado porque no acertaba a imaginar qué podía haber hecho que le disgustara tanto, y salió al portal llorando amargamente, sin saber dónde buscarla. Entró de nuevo en la casa y recitó este poema:
¿Fue amor, entonces, lo que hubo entre nosotros, o sólo un sueño que me robó los años en los que le fui fiel?
¿Piensa ella, acaso, alguna vez en mí? Porque yo, sí: su rostro empaña siempre estos ojos ausentes.
Pasado mucho tiempo, la mujer, incapaz seguramente de contenerse por más tiempo, le envió este poema:
Lamento ahora, ya demasiado tarde, haber sembrado en pecho tan querido la cruel semilla del olvido.
Él repuso:
Si oyes decir que ha prendido en mi pecho la cruel semilla del olvido, sabrás cuán profundo es el surco donde habrá de crecer.
A partir de ese momento, su relación fue incluso más intensa que antes. El hombre escribió:
Sólo pensar que pudieras, un día, olvidarme otra vez, me atenaza un dolor aún más cruel que el de ayer.
Ella respondió:
Como la nube que se pierde en el cielo sin dejar rastro, es corta nuestra vida, nuestro viaje, pasajero".



