Kimono de cola con cierre de corchetes invisibles en el delantero, realizado en tafetán de seda. Manga kimono. Lazo sobredimensionado de tafetán de seda en la parte delantera; el lazo puede ponerse y quitarse. Vestido interior de bambula de algodón (acabados a mano).
EL AZAHAR
"Había un hombre que estaba tan ocupado a causa de las tareas que le habían sido asignadas en palacio que su esposa, cansada de no verle nunca, decidió marcharse a otra provincia con alguien que le aseguraba que la amaba de verdad. Pasado un tiempo, el hombre fue nombrado mensajero de Usa, y cuando se dirigía a ocupar el cargo supo que su antigua esposa era ahora la de uno de los funcionarios que debían alojarlo durante el viaje.
Así, pues, en aquella casa exigió que fuera la señora en persona quien le sirviera, afirmando que en caso contrario no pensaba beber nada. Cuando la mujer salió a ofrecerle una copa, cogió una flor de azahar que había en uno de los platos que acompañaba el sake y recitó:
Esta fragancia que al quinto mes regala el azahar me trae a la memoria unas mangas amadas.
La mujer se dio cuenta de quién era él. Tiempo después, abandonó su vida y se retiró a las montañas".
